Muy de moda en esta época del año empezaré por contar el origen de iluminar y tallar calabazas en Halloween.
Stingy Jack un personaje muy tacaño, engañó al diablo para que éste no pudiera llevarselo al infierno cuando muriera. Jack murió, pero no podía ir al cielo por sus fechorías, pero tampoco al infierno ya que tenía un pacto con el diablo y éste no se lo podía llevar, así que le dió un trozo de carbón encendido para que se alumbrara y lo condenó a vagar por la oscuridad del mundo.Jack ahuecó un nabo y metió dentro el carbón y con él como linterna deambulaba por la tierra.
En Escocia y en Irlanda, la gente empezó a tallar nabos, patatas e incluso remolacha, que ponian en las ventanas para ahuyentar a Jack y a otros espiritus malignos. Los inmigrantes llevaron esta tradicción a América y alli descubrieron que la calabaza (originaria de allí) era ideal para tallarlas y hacer linternas.
Historias aparte, las flores de la calabaza son comestibles, tanto en ensaladas como cocidas con otras verduras.Son ricas en calcio y fósforo por lo que combaten la osteoporosis y tienen un alto contenido en vitamina C.
Las pepitas de calabaza son utilizadas desde la antiguedad por sus propiedades medicinales. De hecho las primeras calabazas fuero cultivadas por sus pepitas ya que la carne era muy áspera. Se utilizan para combatir las lombrices intestinales y para la retención de líquidos.Comer pepitas de calabaza disminuye el colesterol, la hipertensión y la artritis.
Contienen vitaminas A y E y ácidos grasos esenciales Omega 3 y Omega 6
